Ya había entrado la noche, los árboles sombreaban el lugar, debe haber sido alguna ciudad grande. Había una plazoleta amplia y avenidas a los lados. Sin embargo, no había mucho tráfico. Yo me encontraba sentado en una banca.
Fue entonces cuando cruzaron. Me llamó rápidamente la atención tal boche, la música pachanguera la seguía como una molesta estela acústica, usaba una mochila-parlante (algo que solo en un sueño puede existir) , era adolescente, delgada y vestida de rojo arriba. A su lado caminaba un niño pequeño, de 9 a 10 años, morenito, camisera a rayas.
Hay días en que ando irritable y debo hacerme cargo de mi genio, pienso "por qué mierda tienen que imponer su ruido a todo el mundo... me encantaría hacerlos callar" En ese momento veo en la vereda, a la distancia, mi propio equipo de música sobre un mueble, ubicado justo en la esquina donde se dirigian. El control en mi mano y la lección perfecta para aquel par de irrespetuosos. Subo al máximo el volumen y que mejor que Metallica para asustar a alguien, track 2, disco 3... espero que se acerquen... y apreto play.
Massimo Ranieri
Hace 2 años