En aquellos tiempos de lucha... no estabas
cuando la autoridad avasallaba... no estabaspor petición y aceptación mía... no estabas
en mi autoengaño cotidiano... nunca estabas
¿de qué sirven tus sabios consejos ahora?
tu humanidad, tu compasión frente a mi desamparo
Por tí ahora puedo respirar, pero más bien quiero llorar
quiero sangrar, vomitar mi ira por mí y por todos mis compañeros,
quiero sentir fluir la sangre de mis torcidas venas
amarradas con un nudo de ambivalencia compulsiva
No estabas
ahí, cuando sólo me enfrentaba ante el juez
como tú lo hiciste alguna vez...
solo me quedé
como tú lo hiciste alguna vez...
solo me quedé
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